Gabo Ferro: poesía y canción

Hay muchas discusiones acerca de las relaciones entre poesía y canción, entre los últimos trabajos que me hacen pensar en la riqueza de ese vínculo, están las canciones de Gabo Ferro.

Ya hace un tiempo presentó “Canciones que un hombre no debería cantar”, y en su página web http://www.gaboferro.com.ar ironiza con una cita a Edith Piaf que, sobre Jacques Brel, parece que dijo: “un hombre no debería cantar estas canciones” (después de escuchar su versión de “Ne me quite pas”).

Ahora presenta un nuevo CD (se llama Todo lo sólido se desvanece en el aire), que estoy ansioso por escuchar, a ver si me sigue provocando con letras sutiles y hasta irónicas, con esa música que suena un poco a folklore pero también a canción popular y que simplemente acompaña, con arreglos sencillos y bastante inteligentes, las estrofas incisivas. Como para volver a pensar en la relación entre poesía y canción. Como para disfrutar, que de eso se trata.

Lástima que no voy a poder estar el viernes en el show que va a brindar… será otra vez.

50 años “ON THE ROAD”

Hace un par de días atrás se cumplieron 50 años de “En el Camino”. No sé cuándo lo leí por primera vez (porque reincidí, claro) pero sé que me marcó. Y que la única frase de un libro que tengo a la vista, en casa, proviene de allí.

Hablar de Kerouac es repetir lugares comunes, se dijo tanto. Al mismo tiempo, la literatura más “elaborada” lo ha relegado o lo ha dejado encasillado en ese estante de “generación beat” y en una etapa histórica. Pero creo que sigue enseñando a escribir, con ese gesto entre abatido y vital, con esa necesidad de abrir huella entre las piedras. En cierto modo, reconocerse en ese universo es reflexionar sobre la vida propia. Tal vez eso lo hace grande, más que el mérito literario.

Descubrí que a Fre-san le gusta también. Lo lamento, no me gusta identificarme mucho con ese tipo que escribió la contratapa de P12 el otro día. Pero supongo que tampoco puedo tener la exclusiva… Al menos, me pasó el dato de la página con las portadas, que está muy buena: http://mysite.orange.co.uk/jkbooks/index.html

Ojalá el reflejo de Kerouac me anime a escribir, a expresarme y, en alguna forma, a vivir también.

evocar a mark strand

mientras sigo escribiendo y probando en el taller, qué bueno ha sido conectarme con la poesía de mark strand... entre tantas cosas que valen la pena, se me ocurre citar "un fragmento de tormenta"


Desde la sombra de las cúpulas en la ciudad de las cúpulas,
un copo, la ventisca de uno, sin peso, entró a tu cuarto
y se hizo camino entre las sillas donde tú, alzando la mirada
del libro, lo viste en el momento de aterrizar. Eso es todo
lo que hubo. Nada más que un solemne despertar
a la brevedad, un subir y bajar la atención, levemente,
un tiempo, entre tiempo, un funeral sin flores. Nada más,
excepto la sensación de que este fragmento detormenta,
que se convirtió en nada ante tus ojos, ha de volver,
que alguien, años después, así como tu estás, podría decir
"Es tiempo. El aire está dispuesto. El cielo está abierto"

practicar para escribir

salgo del taller, la cabeza retumba con los aportes de las chicas, con las palabras de walter, con ese momento en que entiendo que algunas palabras sobran el en ejercicio que hice...

"que no sea demasiado preciso... evitar explicitar demasiado"
"siempre es mejor sugerir que explicitar"
"no querer hablar uno a través de una imagen"
"no hay mensaje en el poema, mejor que hable por sí mismo, como un sueño"
"evitar lo habitual, lo demasiado frecuente, lo común"

repaso, asiento, sonrío.

fotografías

En estos días volví a prestar atención a la intensidad que la fotografía puede transmitir. Habiendo contribuido a liberar del corsé realista a otras expresiones artísticas, el arte de la fotografía transitó un camino de experimentación y lírica durante el siglo XX... profundizando un lenguaje propio y explorando mundos marginales, oníricos, sesgados, claramente poéticos.

La atención tiene que ver con los ejercicios propuestos en el taller literario (inquietante, mirar la obra de Rineke Dijsktra), pero también se relaciona con la -un tanto convencional- mirada del cine sobre Diane Arbus ("retrato de una pasión", en la traducción local) y hasta con una película sobre las discusiones desatadas por una exposición de Mapplethorpe en el conservador medio-oeste norteamericano...

La fotografía se me vuelve, así, una provocación eficaz a la hora de escribir.

Retrato fallido

miro una foto

busco el brillo de otro tiempo

no estála piel ahora está pálida

lisa, el mármol de una lápida

hay un pozo negro

una garra que me ahoga y quiere sujetarme

no está ahí

el adolescente con dedos de azúcar

la boca de queso blando

ese fondo transparente de estanque en la mirada
no está más
el viento arrastró cortinas de tierra y sangre
la sonrisa velada
aserrín y lija, labios de pedregullo
ya no se abren en la duda de una tarde
no se sorprenden, no esperan
piedra y barro, lluvia sobre la trinchera sepultada
ventanas cerradas, el aire apenas entra
no delata el orificio de la nariz
alerta de metal y de alambrada
tenso cuchillo de acero inalterable
fantasma
ese soy yo, al mirarme en tu retrato

Dejé la poesía

cuántas tareas pruebo para olvidarte (para recordarte)

me concentro en canciones vanas y me prohíbo las películas de amor

evito pasar por tu calle

pero los colectivos se desvían con la marcha de los trabajadores

no soy bueno en los atajos

cada inspiración me deposita en esas orillas (una conspiración)

y me voy debilitando despacio

sin rendirme del todo

cuando apelo a subterráneos me encuentro sofocado

(acosado por tu ausencia)

las vías terminan en laberintos

donde sólo puedo invocar tu nombre para salir

cómo no recordarte (olvidarte)

vestida de teatro

mientras tus insultos se depositan en mi caparazón

Daniel, 16-4-07